Una vez reconocida una célula, las diversas células efectoras del sistema inmunitario utilizar mecanismos diferentes para eliminarla. Los macrófagos favorecen la fagocitosis, donde engullen e internalizan el objetivo para su descomposición a través de enzimas lisosomales y otras toxinas.¹ De otro modo, los linfocitos T eliminan principalmente sus objetivos activando la apoptosis. Al entrar en contacto con las células marcadas para su eliminación, los linfocitos T liberan perforinas, que destruyen la integridad de la membrana en la célula objetivo creando poros, y granzimas, que son proteasas serinas capaces de desencadenar cascadas apoptóticas una vez activas en el citoplasma. Los linfocitos T también pueden inducir apoptosis a través de un método independiente de perforina que implica la activación de la caspasa mediada por ligando Fas.¹

Referencia:
1. C.A. Janeway Jr., et al., Immunobiology: The Immune System in Health and Disease. 6th edition. New York: Garland Science; 2005.